Educar a niños superdotados multiculturales: Complicado de la mejor manera
Cuando llegué a Estados Unidos desde Taiwán en 2010 para estudiar, nunca imaginé que algún día criaría una familia multicultural. Pero 15 años después, me casé con un estadounidense y tuve una hija, que nació mientras vivíamos en los Países Bajos. Ahora tiene siete años, está llena de energía y preparada para cursar un programa avanzado a partir de segundo de primaria. Cuando era más pequeña, incluso hablaba holandés con fluidez, ¡a diferencia de sus padres! Durante un tiempo fue nuestra pequeña traductora, e incluso gritaba a los vecinos: "Mama spreekt geen Nederlands!" (¡Mamá no habla neerlandés!). (¡Mamá no habla neerlandés!).
Como padre y alguien que estudia el desarrollo socioemocional de los niños brillantes, me lo han preguntado muchas veces: ¿Cómo apoyamos a los niños superdotados multiculturales? ¿A qué identidad deben aferrarse o crear?
Es cierto que estos niños se enfrentan a capas más complejas en su desarrollo. Pero "complejo" no significa "malo". De hecho, el psicólogo Kazimierz Dabrowski sugirió que estas capas forman parte de lo que nos ayuda a convertirnos en personas más empáticas, reflexivas y resilientes.
Vivir en el extranjero me ha ayudado -y a muchos otros- a tener una idea más clara de mí mismo. Empiezas a preguntarte: ¿Qué partes de mi identidad son realmente yo y cuáles son sólo hábitos culturales? Esta reflexión puede ser un regalo para nuestros hijos.
Por ejemplo, como madre asiática, a veces me he sentido juzgada: la gente asume que soy una "madre tigre" porque pongo grandes expectativas. Pero lo que realmente valoro es la mentalidad de crecimiento con la que crecí: aprender de los errores, trabajar duro y mejorar siempre. Y también he llegado a apreciar cómo los padres estadounidenses fomentan la expresión abierta, mientras que los padres holandeses suelen adoptar un enfoque relajado y de confianza en el niño.
Lo bueno de la crianza multicultural es que podemos sacar lo mejor de muchos mundos.